Llamarse Perseida y ser profesora de griego, es como haber nacido predestinada a tu trabajo. Eso pensé yo cuando me dijo su nombre. Un congreso de docentes en el mismo hotel en el que yo estaba alojado hizo que por casualidad y coincidencia me encontrase con ella y de manera ocasional en el ascensor.
En la misma entrada, esperándolo éramos 4 personas, ella, 2 colegas me pareció captar y yo. Cuando se abrió la puerta, me invitaron a acceder primero y cedí mi paso a Perseida, que decía que no, me invitaba a mi, y al final, que si tú, que si yo, entramos los dos, y nos "chocamos". "Perdón" y en ese momento la miré, ella a mi, y una sonrisa con una mirada cómplice nos cruzamos. Subimos al ascensor todos, y curiosamente, marcamos dos plantas, la 4 y la 6. En la 4, se quedaron sus dos colegas, y se despidieron diciendo que mañana le veían por la mañana. Quedaron sobre las 9 para desayunar (esto es un dato importante). Nosotros y digo bien, seguimos hasta la 6.
Ambos salimos, por supuesto, esta vez, ella primero y sin ese choque que tuvimos antes y miramos la placa de las habitaciones y...bingo, los dos hacia el mismo lado.
Como el pasillo era largo, aproveche para exclamar "siento lo de antes, pero tanta indecisión nos llevó a chocarnos. Y no soy nada indeciso, por cierto, soy Sacarino, un placer". Volvió a soltar esa sonrisa de antes y ahora ya diciendo "un placer Sacarino, me llamo Perseida y no te preocupes esas cosas pasan". No pude más que decir "¿Perseida? Que nombre más bonito y griego! Con lo que me encanta!".....y así es, pero ahí empezó todo. Y sí me encanta el griego. Globalmente hablando...todo!
Y entonces ella empezó a charlar diciéndome que era profesora de griego, que le resultaba curioso que una persona como yo, de una cierta edad no escolar ni de universidad, recordase que Perseida era un nombre griego. Acabábamos de conectar. Era una mujer interesante, culta, y tenía ese toque naïf que es tan interesante. Llegamos a la habitación, la suya y ¡Oh! la mía era la siguiente. Charlamos unos minutos más hablando de estas coincidiencias, y cuando nos despedíamos, nos intercambiamos los teléfonos y nos dimos dos besos. Me gustó su olor corporal y sí...notaba que desprendía esa reacción química de tensión que tanto me gusta.
Entramos en nuestras habitaciones y después de un rato un mensaje en el móvil, me levanté lo acerqué y sí, era de Perseida, que me ponía "saludos vecino de habitación, que descanses y tengas una buena noche. Un beso, Perseida". Por un momento pensé en responderle con un gracias, lo mismo, etc,...lo típico...pero decidí ser un poco más "demonio" así que la respuesta fue "hola vecina de pared y habitación. No logro descansar y así no tendré una buena noche.Me está invadiendo el insomnio y además tu perfume se cuela por mi puerta".
Ni un minuto pasó y el móvil volvió a sonar con "vaya!soy una abonada al insomnio, a las paredes, a los demonios, duermo poco o casi nada, pero aún así, las noches siempre hay que hacer que sean buenas. Mi perfume es malvado...o no"
Estaba claro que con semejante respuesta, una o no quería dormir, por el insomnio, y entonces, con esos mensajitos tampoco yo podría o en realidad, estaba jugando al gato y al ratón. Así que siendo como soy directo, mi respuesta fue rotunda: "Si no vas a dormir, es mejor que te guste mucho la pared, un buen demonio, y que el perfume tenga un buen sabor a la boca. Esto es un aviso".
No sabría si continuaría el juego, pero en menos de 30 segundos, volvía a sonar el móvil: "El que no podrá dormir eres tú, porqué esta pared nos separa y nos une, porqué el demonio fémina soy yo y mi perfume te ha capturado cuando nos despedimos". Curiosa respuesta, pero esto se gestaba como una lucha dialéctica y de presión mental. Lo que ella no sabía es mi parte más oscura...ese gente dominante que tengo y que estaba a punto de explotar, así que la respuesta esta vez fue a la altura de las circunstancias: "La que no quieres dormir eres tú, y yo puedo hacer que así sea. Una pared no nos separa, en realidad va a unirnos y mucho, y el demonio, está a punto de entrar por tu puerta y hacer desaparecer tu perfume. Último aviso".
Parece ser que había sido tan directo, que el susto se lo había llevado, ya que pasaron más de 5 minutos y el móvil no sonó. Cuando estaba ya con un ojo medio cerrado, volvió a sonar el móvil, y estando en cama y desnudo, me acerqué a la cómoda a cogerlo y apareción un mensaje tan corto, pero directo y clarificador: "VEN".
En cama, desnudo, y mirando el móvil.Sabía que pasaría, sólo estaba esperando el momento y ese mensaje llegó justo cuando tenía que ser. Me incorporé, desnudo, y salí al pasillo a la habitación de al lado. Al llegar a la puerta, estaba entreabierta. Ahí empezaba todo.
No
sabía lo que le esperaba, ella no lo sabía pero yo sí. Le estuve
avisando .Pero ella era incrédula. Siempre fue de la
clase de mujeres que se follaban a los hombres, pero que nunca un hombre
le había follado
a ella. Sabía que el primer contacto iba a marcar el resto del encuentro
y sobre todo, iba a dejarle claro el tipo de hombre con el que se
acababa de encontrar. Perseida era una devota mamadora, lo reconocía después, y
lo proclamaba a los cuatro vientos, pero hoy iba
a ser como una marioneta en mis manos. Entré en la habitación y ella estaba allí, en la pared. En cuanto mi mano tocó su coño,
nanosegundos fueron los que pasaron para encontrarla como un pantano.
Deseaba y punto.Así que no tardé ni un minuto y mi polla la estaba
follando contra esa pared y mi lengua lamiéndole
el cuello. Gemía, muy poco, todavía se cortaba, pero el inicio me
gustó....y además se delató: Le gustaba tanto que la follase, que hoy
sería su condena. Iba a dominarla a mi antojo. No sabía en que momento,
pero iba a ser dominada, y lo iba a saber, notar,
catar y desear una y otra vez, cada noche que pasase después de aquella,
y que se pajease pensando en aquel momento.
Perseida, era menuda, de una constitución física envidiable, con un
pasado deportista, y eso se notaba. Buen culo, trabajado de años y
caderas con su justo punto de sujección. Era delicioso agarrarlo contra
aquella pared, y cuanto más la clavaba, más se retorcía..
Pero llegó el momento capricho y tenía el capricho. Me gustaban sus labios, besaba bien, así que pensé, esa boca, seguro que puede hacer más cosas....y me retiré despacio, la giré y la invité a recorrer mi cuerpo. Así lo hizo, empezó poco a poco a bajar, deslizándose por la piel, hasta que llegó a mi polla.
Se quedó mirándola durante unos segundos, y acto seguido, desapareció en su boca, engullida. Como le gustaba comer, y como se notaba. Y cuanto más comía, más excitada se ponía. Empecé a mostrarle mis cartas y le agarré el pelo. Ejercía yo ahora de maestro de la ceremonia. En lugar de que me la comiese ella, era yo el que le estaba follando la boca. Despacio al principio y hasta la garganta después...tirando un poco de la cabeza. Se notaba como disfrutaba también. Esa boca, efectivamente, estaba diseñada para dar placer.
Después de un rato largo, muy largo comparado con otras chicas, iba siendo hora de tomar yo cartas en el asunto....así que me fui directamente sin mediar palabra a comerle su coñito depilado. Soy fan de esos coñitos, ya que para disfrutar es lo más cómodo. Así que empecé a comerla, poco a poco, con detalle, para ir encontrando los puntos de placer de Perseida. Como notaba la humedad...le había puesto muy caliente, y ahora esa calentura la estaba yo disfrutando en la boca....así que decidí ser un poco más intenso y empecé a jugar con un dedo y la lengua a la vez y, efecto conseguido, Perseida empezó a retorcerse poco a poco. Gemía, ahora más y más...y hablaba, y pedía, ya empezaba a decirlo..."fóllame"....pero no...no iba a ser todavía, seguía explorando y ahora ya con dos dedos...alternando y preparando el terreno con su culito...nos lo ibamos a pasar bomba...ya que la noche no acababa más que empezar.
Seguí un rato más, hasta que de un golpe, me incorporé, y sin mediar palabra, se la metí hasta lo más profundo de su coño. El suspiro fue inmenso, y a partir de entonces sólo decía, "sí, sí, sí, sí...."
Pero iba a tomar el control total de la situación, y era el momento, ya que no era esperado.
Llegó
el momento de la verdad, me dije a mi mismo. Sabía que la sorprendería,
y que no se esperaría lo que realmente me apetecía..así que le dije
"ven, vamos a jugar" y la desarmé. Bajada la guardia, era el momento, le
había dejado
ponerse encima y follarme, le había dejado comerme la polla, algo que le
encanta, pero iba a saber exactamente quien es Sacarino. Así que
utilizando mi fuerza bruta, Perseida iba a saber lo que es dominar,
poseer y sentirse follada y usada.
De un golpe, la agarré y la tumbé boca abajo en la cama y la estiré. Ya
tenía la cabeza enterrada en la almohada y mi mano hacía presión en el
cuello y no se levantaría de ahí. Tengo mucha fuerza. Acto seguido,
durante unos segundos empecé a meterle la polla
en el coño, y sí, seguía mojado, pero su respiración la estaba
delatando, le gustaba. Pero ese no era el objetivo. La saqué de coño y
enfilé su culo. Y entró, suavemente, sin ningún problema. Lo deseaba
otra vez. Pero esta vez iba a ser distinto. Todo el peso
de mi cuerpo estaba encima, aplastándola. Y la fuerza de mi polla
atravesándola ya, así que mi mano se fue al pelo, y tirando muy fuerte
de él, acerqué su oido a mi boca, y le dije "eres mi zorra, verdad?" y
le dije, "repítelo"...al principio no lo hizo, pero
tiré más fuerte del pelo, y la metía más fuerte en su culo, y volví a
repetir "eres una zorrita, eres mi zorra, y me lo vas a decir porque
quiero que lo digas"...y de su boca salieron esas palabras: Perseida
estaba ya tan caliente que todo le daba igual, y
dijo "Sí, soy tu zorra", y volví a decir, "más fuerte y más alto" y
ella, ya sin comtemplaciones, lo dijo "Soy tu zorra Sacarino".
Entonces no dejaba de gemir, emitía sonidos, sin sentido con palabras, pero que eran de placer, absolutamente, hasta que logro decirme "córrete" mientras yo seguía disfrutando de ese culo, así que volví a tirar del pelo, y acercar su oído a mi boca y le dije "tienes que pedírmelo bien"....y como no, no tardó nada en decirme "tu zorrita quiere que te corras en su culo".... Así que empecé a intensificar el ritmo de la follada y ella, no dejaba de gemir, moverse y volver a gemir.
Pero volvió a abrir su boca para decirme "...también en la boca"......mientras la follaba, no dejaba de gemir, pero quería todo...quería sentirme, quería servirse un final de banquete a gusto...y yo no le iba a dejar sin satisfacer.
Llegaba ese momento....así que la cama que se movía de lado a lado, mostraba que era el momento, y empecé a correrme en su culo....un primer chorro....e inmediatamente, la descabalgué, la giré, y me dirijí a su boca y Perseida, hizo el ademán de querer tragarla entera...y así fue....empezó a desaparecer toda mi corrida en su boca...exactamente como ella deseaba.
El primer round de la noche acababa de empezar....pero todavía quedaba más...había insomnio...así que nada mejor que continuar.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario