Era una tarde de otoño.....y todo empezó así: Un centro comercial cerca de un río, una mujer espléndida frente a un escaparate, que aprovechaba para pintarse unos labios estupendos, y un choque fortuito.....
Era tarde..bastante...siempre iba con prisas a todos los lados, y una vez más esa prisa hizo que casi atropellase a un peatón unas calles antes......
Pero no es esa la mecha que haga explotar la dinamita, no. Ese choque al final de las escaleras mecánicas, fue lo que provocó mucho más tarde, que aquel centro comercial y en concreto el baño de las chicas del sótano, fuese el lugar elegido para "limar" diferencias de criterio.
Volvemos al lugar del encuentro, y como decíamos, allí Sacarino, se tropezó con esa chica que miraba el escaparate. Tódo por culpa del móvil que sono...al final de la escalera, y el miró la pantalla "trabajo"....así se enfrascó en una conversación urgente....era su jefe...no lo esperaba....
Se aturulló, por un momento perdió el norte, y se encontró de golpe con una mujer estupenda, una joven y elegante mujer, vestida de camisa y falda de tubo, que además de observar la colección de invierno de esa tienda, se pintaba los labios, por el efecto espejo del cristal. Y chocaron, mejor dicho, se chocón con ella....
Y cáyó el pintalabios al suelo, y el bolso, se fue del hombro hasta la muñeca....
Y se escuchó inmediatamente, "Perdón, perdón, perdón...mil perdones señorita"....pero el levantó la cabeza después de recoger el pintalabios y se quedó totalmente inmovil, casi sin habla: Había visto unos labios carnosos y deliciosos, lo más bonitos de su vida. Se quedó, completamente perdido en el océano de pensamientos que llegan en un momento así....Esa boca, esos labios, mi cuerpo, una mano, otra mano.....
Hasta que se escuchó, "No te preocupes, no pasa nada", y una sonrisa, hizo devolver su pensamiento a la tierra. Era de verdad...le había hablado. Existía esa mujer.
"Te habías despistado?", pronunció ella con total naturalidad...."Si, si....el móvil, mi jefe....perdón, de verdad", dijo Sacarino. Pero la espina dorsal se retorció mientras lo decía. Esa mujer, tenía unos labios demasiado atractivos, demasiado atrayentes. Y ella lo sabía....mientras hablaba, los movía con una exactitud y una rotundidad, muy perfeccionada. Era una profesional poniendo nerviosos a los hombres, y claro, lo estaba consiguiendo.
Pero Sacarino, hábil por cuestiones de trabajo, se dio cuenta de todo, y comenzó a repuntar, pidiéndola que le disculpase y aceptarse un café por tal estropicio. Ella cortesmente, le dijo que no, agradeciéndolo, y retierando su negativa. Pero Sacarino, insistió con más ímpetu, y al final, algo en esa mujer cambió, e hizo que aceptase, con un "pero rapidito, que tengo prisa".
Él consciente de lo que se jugaba en el café, quizás volverla a ver, quizás una situación más interesante, se propuso una conquista de su mente, un encandilamiento...algo así, como dejar una pequeña huella...E inmediatamente se puso a trabajar, con su cerebro.
Subieron a la planta de cafés y restaurants, y él, para evitar la distancia de una mesa, propuso de inmediato, quedarse en la barra, con la excusa "si tienes prisa, es mejor, no?". A lo que ella acepto. Pero en su mente, la idea era el acercamiento físico, evitar barreras naturales para charlar más cercanamente.
LLegaron esos cafés, y la conversación, poco a poco, fue convirtiéndose en muy amena, después de las típicas presentaciones, y alguna disculpa más. La situación de tensa, pasó a cómoda, muy relajada, y los cinco minutos iban ya por veinte....y eso no pasó inadvertido para Sacarino. Andrea, se había relajado, y charlaba con un ánimo maravilloso.
Y en medio de esa conversación sobre la vida, el trabajo, y otras cosas meridianamente banales, Sacarino, le espetó a Andrea: "Entiendo que te pares en los escaparates a mirar la ropa. Pero en realidad, entiendo muchísimo más que te pintes esos labios. Son la perdición de cualquier hombre, y te lo dice uno. Seguro que es para que te miremos".
Andrea, rápidamente, se sonrojó, pero tomó parte de la situación, y sacó un partido inmediato: "La verdad, soy un poquito voyeur, me gusta mirar...pero también que me miren....ya desde pequeñita....en todas las situaciones..soy así".
Sacarino no sabía si interpretar bien esas palabras, o bien, sacarles jugo, por el qué decidió lanzar una puya, y ver la respiración de Andrea, cuantas pulsaciones subía. Y largó: "Si puede haber algún voyeur aquí sería yo, ya que no he dejado de mirar tus labios desde que hemos llegado. Puedes llamarme mirón......con mucha educación, pero mirón". Y una sonora carcajada, de cada uno de ellos, se fundió en el ambiente...ya totalmente amigable, que iba tomando cuerpo, y con conversaciones de los más normal, pero con esa doble intención inmediata.
Y Sacarino, notó como Andrea, tenía ojos de pequeña revoltosa en medio de esa conversación, y decidió jugarse todo a una carta: "Andrea, lo siento, si te molesta, pero no puedo dejar de mirarte, y me encantaría notar tus labios en los míos. Me pierden...ya te lo he dicho."
Y Andrea, inmediatamente, se distanció unos centímetros, que Sacarino, había ganado, pero Sacarino recuperó esos centímetros, y alguno más hasta situarse cerca de su cara, para dejarle caer: "Es un simple beso, y con ellos seguro que haces feliz a este pobre hombre que se va a ir encantado de vuelta a su casa...".
Eso enterneció a Andrea, y tomó la iniciativa, se acercó y le besó con esos magníficos labios, un beso inicialmente sin lengua, pero con ánimo de él notase sus labios gruesos en toda su intensidad. Y Sacarino, por una décima de segundo, se maravilló por ese paso, pero se decantó por imprimirle una pasión que la dejase satisfecha, con otro objetivo: Otro beso más interesante.
Y Andrea, notó como el beso le gustó, claro que le gustó. Hacía mucho tiempo que no se besaba con un hombre...llevaba una temporada de medio monja, por trabajo, por problemas, pero ese beso despertó en ella esa sensación de placer. Así, Sacarino, sin mediar palabra después de ese beso, tardó 2 segundos en volver a besarla, pero esta vez, aprovechó el despiste de Andrea, para meterle la lengua....y ella le respondió, con la misma pasión que Sacarino estaba haciendo.
Así después de unos momentos, al dejar de besarse, ambos se miraron, se observaron y notaron una atracción fortísima. Sacarino, por unos instantes no sabía que hacer, pero tenía un deseo enorme de seguir, seguir, seguir. Y Andrea, por fin había vuelto a sonreir,y disfrutar después de mucho tiempo.
Volvieron a retomar la conversación, y se notaban alegres, interesantes, e interesados, pero el tiempo se echaba encima, así que Andrea, pronunció unas palabras malditas para la mente de Sacarino: "Tengo que irme".
Una sensación de tristeza invadió la cara de Sacarino, que Andrea captó inmediatamente, y como a modo de pildora de alegría le dijo: "me das tu móvil? Este café ha sido muy corto....creo que deberíamos tomarnos otro." Y Sacarino, estaba ya nuevamente feliz, se emocionó, y se lo dio, y cuando lo hizo, Andrea se dio cuenta de que el número no era muy habitual y así se lo hizo saber: "Así que 6969? Así termina tu móvil? Vaya....me parece que es un número buscado....." y una sonrisa picarona, le hizo a Sacarino encender sus alertas de hombre sexualmente activo.
Ella le facilitó el suyo, y ya despidiéndose, volvieron a prometerse llamarse para ese café. Acto seguido, Andrea ya saliendo por la puerta del café le dijo a Sacarino que ya se iba hacia el garaje para irse, y él, sin saber porqué, casi por intuición, le dijo que también se iba a ir ya, que se le hacía tarde, cuando en realidad, le quedaba mucho por hacer. Pero no quedía perder la oportunidad de acompañar a Andrea, y tener más datos sobre ella. Bajaron 2 pisos por las escaleras mecánicas, y ya de camino al parking, él en un arrebato de pasión interior, dijo "Andrea, un último beso por favor....no te importaría?", a lo que Andrea, no se lo pensó, y besó con pasión a Sacarino.
Casi saliendo, si fue un beso apasionado, lleno de morbo de dos desconocidos hacía poco más de 45 minutos, donde sus lenguas, sintonizaron. Allí estaban al lado de la puerta de los baños y frente a la puerta de cristal del parking, que no dejaba de abrirse y cerrarse ya que estaban a tiro del sensor. En ese momento, Sacarino, sabía que podía cometer un grave error, si hacía lo que pensaba, pero se dijo por un momento para si mismo: "46 minutos antes no existía, tengo que hacerlo, no pasará nada si 47 minutos después vuelve a dejar de existir".
Algo le empujó hacia la pasión. La situación, el morbo, los labios de Andrea, todo era extraño, pero muy cachondo, así que con un poco de ímpetu, mientras besaba a Andrea, la fue llevando hacia la puerta de los baños, y terminaron por empujarla y entrar dentro.Una vez que ocurrió eso, Andrea se quedo mirando a Sacarino y él ya se esperaba lo peor, una bofetada, una palabra poco agradable, pero pasó lo que iba a pasar a continuación:
Andrea, le arrastró por la mano hacia uno de los baños, y ambos se metieron dentro, casi de un empujón, mientras Sacarino entraba primero, Andrea lo hacía detrás, y cerraba la puerta. Sacarino, no podía creer lo que veía, y sobre todo sentía. Andrea era un terremoto. Se notaba un ambiente cargado de sexo en esos momentos, y así Andrea, en apenas 15 segundos hizo en dos estocadas, que el cinturón de Sacarino se aflojase y que el boxer y el pantalón cayesen en el suelo.
Y así estaban ambos: Andrea empezando a comerle la polla a Sacarino y él mirando, haciendo de voyeur. Andrea, sin mediar palabra, estaba totalmente entregada a lo que hacía, parecía que no había comido una polla hacía mucho tiempo, casi la devora. Además, sabía que a Sacarino le gustaba mirar, así que le dio más motivos para mirar. Se metia y sacaba la polla de su boca apretando los labios, ejerciendo a modo de aspiradora, y mirando con aquellos ojazos a Sacarino con una cara de morbo sin igual.
Sacarino flotaba. Estaba muy burro y flotaba. Y Andrea lo propio, sólo que él no lo sabía todavía, salvo por un detalle que había pasado desapercibido inicialmente. Se fijó en esa camisa ajustada que llevaba, y vio como sus pezones, se marcaban muchísimo. Y Sacarino aprovechándose de la situación, tocó, y sintió, en ese momento, como Andrea engullía su polla. Había desaparecido totalmente hasta meterla dentro de su garganta.
Sacarino no daba crédito, pero era feliz. Y Andrea, por lo visto, igual o más. En un momento de arrebato pasional, Sacarino, pudo sacar la polla de la boca de Andrea, mamadora excepcional, e hizo un ademán muy técnico y rápido, la giró sobre su eje, y la puso de espaldas, para que en el mismo movimiento, aquella falda de tubo que tenía licra, llegase hasta casi la cintura al subirla.
Sacarino, medio apartó el tanga que llevaba, y se la metió sin contemplaciones. Andrea solto un "mmmmmmmmmmm", pero dijo claramente a Sacarino: "Eres un loco, me la has metido sin condón, pero me ha encantado...pero tienes 1 minuto para disfrutar de mi coño. Esa polla, tiene otro objetivo y yo ya lo he marcado".
Así en apenas un minuto, Andrea volvió a salirse y desmontar la polla, y se giró nuevamente, para arrodillarse a modo de recibir la comunión, y nuevamente comenzó a chuparla. Sacarino había visto su idea en ese momento....y no tardó nada en sentirla.
Andrea se desvivió, tanto que Sacarino no tardó nada en soltar "me voy a correr" y Andrea, comiendosela, con la boca llena, dijo "me parece estupendo, no se a que esperas".....y un primer chorro fue a parar a la garganta de Andrea. Cerro los ojos, y continuó chupando. Se moría de placer. Andrea era una gran comepollas, una adoradora de ellas, y además disfrutaba con el ánsiado esfuerzo de su boca. Que aquella polla explotara tanto cuanto podía. Y así lo hizo, otro chorro, y otro y otro, terminaron por llenar toda su boca de lefa, que Andrea iba tragando poco a poco, y mientras tanto seguía chupando...le encantaba sentir como una polla perdía tamaño en su boca, y así fue. Unos minutos después Sacarino estaba gozoso, glorioso. Era feliz. Bendita llamada de móvil. Bendito jefe y bendito pintalabios tirado al suelo.
Una vez que Andrea terminó, se recompuso poco a poco toda la ropa, al igual que Sacarino, y mientras lo hacía, le espetó a Sacarino: "Esto es un aperitivo, tu polla me ha gustado. No sabes lo que te espera, señorito 6969....."
Y esa afirmación sería el inicio de algo interesante......
Nuevas aventuras y desventuras esperan en este blog.....
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